La creatividad es la capacidad de mirar las cosas de forma diferente, desde otra perspectiva, dejando las normas y el pensamiento lógico aparte dejándose llevar por la imaginación. Es algo inherente al ser humano y todos venimos con ella instalada de serie, solo que en ocasiones las reglas que rodean a los adultos la constriñen. Sin embargo, la creatividad se educa, o se recupera, experimentando y dejando la lógica de un lado hasta que logras colocar la imaginación por encima de las normas que una vez aprendiste.
¿Par qué sirve un pincel? Cuando haces esa pregunta a un adulto, la respuesta parece clara: “Para pintar, obviamente”. Sin embargo, tiene muchos otros usos que te vienen a la mente en cuanto viajas al niño o la niña que fuiste, o cuando aplicas alguna técnica para liberar el pensamiento. ¿Acaso no es un desatascador una alternativa maravillosa a una pata de palo? Dime algo: ¿Cuántos usos serías capaz de darle a una simple caja de cartón? El cerebro funciona haciendo conexiones, y cuanto más lejos estén dos puntos que conectemos, más rico puede ser el resultado. Busquemos esas conexiones.
La creatividad sirve para solucionar problemas del día a día que no podríamos resolver si no los miráramos de manera diferente.